Economia antes y durante el sexenio de Gortari

Desde el gobierno de Lázaro Cárdenas hasta el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, la economía nacional fue un asunto que se controló directamente desde Los Pinos. En efecto, dado que el partido oficial carecía de una ideología definida y adoptaba la del gobernante en turno y que el gobierno era el principal empresario e inversionista gracias a las obras públicas, la economía sólo podía seguir los dictados de la presidencia.

El impacto de las decisiones gubernamentales en la economía mexicana tuvo resultados polémicos: si bien es cierto que gracias a la intervención estatal nació una nueva clase industrial y se construyó el "milagro mexicano", también lo es que sus saldos fueron desastrosos: las finanzas públicas se enfrentaban con el problema de la deuda, la corrupción era avasallante, el gobierno padecía una suerte de obesidad empresarial y las crisis eran recurrentes.

El colapso económico que sufrió el país en 1982 obligó a un cambio de rumbo. El gobierno de Miguel de la Madrid -por convencimiento y presiones internacionales- comenzó a disminuir la presencia estatal en la economía, impulsó la integración del país al comercio mundial, redujo el gasto público y elevó las tasas de interés con el fin de fomentar el ahorro y la inversión. De esta manera -y a pesar de que sus logros no habían sido suficientes, pues la crisis menguaba, pero no desaparecía- al concluir su sexenio, el gobierno había privatizado muchas de sus empresas y el país se incorporaba al GATT.